Tras nuestro primer día en TBM, nos esperaba una nueva experiencia de nuestra visita: una auténtica competición de alumnos de imagen personal.

La cita ha sido en Maebashi, capital del la zona de Gunma, en el Green Dome, donde se ha celebrado el torneo clasificatorio de área en diversas categorías: Marcados, corte, recogidos y dibujo. (Las dos primeras categorías en sus 2 variantes de peluquería masculina y peluquería femenina). El número de participantes ya nos ha llamado la atención: 555 (bastante elevado teniendo en cuenta que es un torneo clasificatorio de área).

Tras la solemne ceremonia de apertura, al más estilo japonés, cada participante se ha retirado a por su propio material a los vestuarios. (Cabeza de maniquí, útiles, etc.)

Mientras esperamos que saliese el primer grupo a competir, hemos descubierto la mecánica de la competición: Cada categoría se realiza a diferentes horas, juntando siempre la categoría masculina con la femenina. En cada una existe un tiempo máximo límite (20 minutos), que una vez transcurridos tendrán que reiterar su material y dejar paso a la siguiente categoría.

Intrigados por la razón de esos 20 minutos, nos han explicado que en Japón, para poder ejercer en el sector de la imagen personal es imprescindible lograr una licencia. Esta licencia se logra superando diversos exámenes prácticos en los que el tiempo máximo de ejecución son 20 minutos. De ahí que los tiempos en este país son vitales.

Volviendo a la competición, a las 11am ha salido el primer grupo: corte. Increíble con que pulcritud TODOS, absolutamente todos los participantes, ponían en orden su material, preparan la cabeza, etc con mucha rapidez. Sin embargo, esa rapidez se ha superado al dar el comienzo de los 20 minutos. La velocidad a la que realizaban la técnica barbera del corte era simplemente impresionante. La razón, obvia. 20 minutos para un corte no da mucho tiempo para estar pensándoselo.

Al sonar la voz de finalización automáticamente han parado la ejecución, recogido su material y dejado paso al siguiente grupo.

A pesar de las diferencias que hemos encontrado, hay algo que se respiraba en el ambiente y que por suerte, es algo que se siente en todos los sitios que hemos participado con nuestro alumnado: las ganas y la implicación de los participantes. Es muy bonito ver como personas que están empezando están llenas de energía, ganas y sueños sin importar si hablan japonés, castellano o cualquier otro idioma. ¡Y que así siga!

Tras la competición continuamos descubriendo este gran país, con los directores de TBM como guías. Además, hay motivo de celebración, uno de sus alumnos ha pasado a la semifinal nacional en la categoría de corte. FELICIDADES TBM!!