Desde hace un par de años esta nueva tendencia en el mundo de la coloración capilar viene abriéndose paso con fuerza, y por fin ha llegado para quedarse, desbancando a las ya muy vistas mechas californianas.

Cada vez es más habitualver esta “banda de luz” en revistas especializadas, tanto de peluquería como de moda, y cada día más mujeres se atreven a probarlo.

Las mechas splashlight imitan la proyección de un foco de luz sobre el cabello, aportando dimensión y profundidad. Se puede situar únicamente en una zona, como en el flequillo o coronilla, o a lo ancho de toda la melena. Aunque es una técnica muy atrevida, ofrece infinidad de posibilidades, detalle que nos parece muy interesante: se puede crear un reflejo discreto y natural, con colores como los rubios, cobrizos o chocolates, o un reflejo muy marcado y llamativo, colores en gama fantasía: verdes, rosas, morados, azules..etc.

Las alternativas que ofrece esta técnica es algo a tener muy en cuenta, ya que se puede adaptar a cualquier estilo y edad. Es una apuesta segura si quieres aportar luminosidad y volumen a tu melena, con un efecto 3D, o si quieres diferenciarte y personalizar tu estilo.

Como única desventaja, nos encontramos con el retoque que requiere pasados un par de meses, que es más complicado y trabajoso comparando con otras técnicas de coloración, ya que al crecer el cabello, el foco de luz se desplaza, y para volver a situarlo en la zona que queremos debemos decolorar la parte superior de la mecha, y teñir la parte inferior. Lo complicado de este trabajo es conseguir que el resultado vuelva a ser tan natural (si es que lo queremos así), por lo que unas manos especializadas son la clave si queremos un resultado de 10.

En definitiva, una tendencia cada vez más afianzada, y que cada vez nos gusta más, a la que le falta dar el salto a la calle, sobre todo aquí, donde a la gente le cuesta arriesgarse a probar nuevos looks. Así que… ¿te atreves?

Articulo de Alazne Montero e Itxasne Mendiguren